Encerrada
entre los renglones de una hoja de papel
estiré las manos
para volver
estaba entre los
círculos, rulos y líneas rectas
de letras que una al
lado de la otra son palabras
atrapada
y no podía ver nada
asomé los dedos
sentí aire fresco
me acobardé
después, tomé
impulso, salí otra vez
entonces, hice
fuerza y poco a poco
cada letra desarmé
en escalera las
transformé
los renglones
destrocé
El pedazo de hoja de
papel estaba tirado en el piso
quetren-quetren-quetren-quetren
estaba en el tren
una mano, otra
la cabeza
el cuerpo
los pies
una poesía que hace
tiempo escribí recordé:
De
eso me gustaría hablar, de un
par o dos pares,
del zapato
rojo de moño que sólo pega con el
otro zapato rojo de moño al
costado,
y del azul eléctrico que sólo pega con el azul,
obvio,
eléctrico.
De
aquellos
pares parejos
que cada uno por su lado conforman un
todo
completo,
pero
que sin el otro
no
son nada,
más
que un simple objeto que no tiene un fin
concreto.
Que sólo
ocupan un espacio (hueco)
más en el sin fin del ropero.
Es
decir, tal vez...
¿De vos y
de mí?....de nosotros dos,
de algunos dos.
No
sólo de mí ni de ti,
sino que de dos.
Esos
dos que a veces son tres (a la fuerza)
o son uno (que se pierde)
o
no son ninguno
(porque no existen).
Porque ninguno de los dos está,
porque
ese se olvidó de aquel
y éste de ese
y él de vos...
como
vos de él.
Y todo se desvanece.
¿Será
porque nunca hubo un par?
Sí, sabemos que siempre fuimos
desparejos,
que jamás
caminamos derecho
y que no
formábamos parte del mismo juego.
(Creo
que por eso te dejé perplejo.)
Me
teñí de los mil colores
y me disfracé
de todos tus dedos
que acariciaron mí cuello
algún día que
no sabías ni por dónde ibas
y apenas lo que decías.
Las
pocas veces que oí lo que balbuceabas,
las muchas veces que di la
cara
sin una máscara que aparentara.
Hasta me creí modelo
capaz de
amoldarme a la forma
de
cualquier forma
porque vos te habías disfrazado
simulando
formar parte de mi otra parte.
·
.Y
no eras (sos) nadie.
·
Por
eso ahoraseguiré
buscando y hurgando
entre pies descalzos
y
zapatos desalineados de roperos inexplorados,
aquel que
calce
y
que camine a mí lado.
·
· ·
Porque
sin ti puedo andar,
pero no caminar.
Puedo
proyectar, pero no realizar.
·
· ·
Era
medianoche de un día de agosto de 2008
cuando
aquellas palabras escaparon de mis dedos
no
las pude contener
la
publiqué
ante
el público de un teatro las leí
en
la intimidad las dediqué
Es
verdad, ahora un poco cambié
ando
entre los pasillos del tren
quetren-quetren-quetren-quetren
no
sé si está mal o está bien
De
las letras me adueñé
y
las transformé
las
palabras estrujé
de
significado despojé
ahora
las aplasto y las estampo contra la pared
las
amaso
las
amo
las
abrazo
me
atrapan otra vez