Llegará el día en que los apuntes podrán comerse y que, en lugar de engordar, la información correrá por las venas, pasará por el corazón, en donde se procesaría en una suerte de interpretación didáctica. Siguen corriendo las letras. Lub-dup, lub-dup! Saltan para el cerebro. ¡Páááf! EXPLOSIÓN DE SENTIDO.
2 comentarios:
Me quiero volver chango!
ok... y si dejamos Semio hasta ese día?
Te quiero Car!
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