....Te transpiran las manos. Vibra la historia de papel que sostienen tus dedos. Sentís el reflector del escenario a centímetros de la piel. Sentís cómo hierve la piel –desde la frente hasta la punta de los pies- y no te deja ver bien a quienes te ven. Expirás y exhalás más rápido y corto. Se acelera tu corazón. TÚM BUM-TÚM BUM. No suena bien parecería que las válvulas que dan paso a la sangre se arrebataran. TÚM BUM-TÚM BUM. Golpea una y otra vez contra tu pecho. TÚM BUM-TÚM BUM. Como si fuera que quiere salir. TÚM BUM-TÚM BUM. Estás pasado de revoluciones. TÚM BUM-TÚM BUM. Arterias, venas y capilares se relajan y contraen a un ritmo inexplicable. La respiración se acelera, corre más rápido la sangre por tus venas, capilares, arterias. Sentís los nervios en el vaivén de tu cuerpo. No tenés noción del tiempo. ¿Existen las pausas? No tenés noción del espacio. Te tiemblan las piernas. La tensión de cada una de tus palabras haría estallar al aparato que mide el stress en la voz.
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