domingo, 31 de agosto de 2008

Instrucciones para llorar



Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.
Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.
Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.



...Julio.Cortázar...

jueves, 28 de agosto de 2008

Un mar de fueguitos

·
El
mundo
es eso, un montón
de gente,
un m a r d e
fueguitos. Cada p e r s o n a
brilla con la luz propia entre todas las
demás. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y
fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego
sereno,
que ni siquiera se entera del viento, y
gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni
queman; pero otros arden la vida con tantas
ganas que no se puede no mirarlos sin
parpadear, y quien se acerca
se enciende.
·
.·.Eduardo.Galeano.·.

* ( A1 ) Llenan de chispas mi aire y no me dejan parpadear.


viernes, 22 de agosto de 2008

sábado, 16 de agosto de 2008

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te salves ahora
ni nunca,
no te salves.


No te llenes de calma,
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
,
no te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzgues sin tiempo.

Pero si,
pese a todo,


no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y
te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre

y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas,
entonces

no te quedes conmigo.
Mario Benedetti

martes, 5 de agosto de 2008

Un par...Ningún par.

(Rta.)
· · ·
De eso me gustaría hablar, de un par o dos pares,
del zapato rojo de moño que sólo pega con el
otro zapato rojo de moño al costado,
y del azul eléctrico que sólo pega con el azul,
obvio, eléctrico.

De aquellos pares parejos
que cada uno por su lado conforman un todo
completo,
pero que sin el otro
no son nada,
más que un simple objeto que no tiene un fin
concreto.
Que sólo ocupan un espacio (hueco)
más en el sin fin del ropero.

Es decir, tal vez...
¿De vos y de mí?....de nosotros dos,
de algunos dos.

No sólo de mí ni de ti,
sino que de dos.

Esos dos que a veces son tres (a la fuerza)
o son uno (que se pierde)
o no son ninguno (porque no existen).
Porque ninguno de los dos está,
porque ese se olvidó de aquel
y éste de ese
y él de vos...
como vos de él.
Y todo se desvanece.

¿Será porque nunca hubo un par?
Sí, sabemos que siempre fuimos desparejos,
que jamás caminamos derecho
y que no formábamos parte del mismo juego.

(Creo que por eso te dejé perplejo.)

Me teñí de los mil colores
y me disfracé de todos tus dedos
que acariciaron mí cuello
algún día que no sabías ni por dónde ibas
y apenas lo que decías.
Las pocas veces que oí lo que balbuceabas,
las muchas veces que di la cara
sin una máscara que aparentara.
Hasta me creí modelo capaz de
amoldarme a la forma
de cualquier forma
porque vos te habías disfrazado
simulando formar parte de mi otra parte.
·
.Y no eras (sos) nadie.
·
Por eso ahora
seguiré buscando y hurgando
entre pies descalzos y
zapatos desalineados de roperos inexplorados,
aquel que calce
y que camine a mí lado.
· · ·

Porque sin ti puedo andar,
pero no caminar.
Puedo proyectar, pero no realizar.
· · ·