jueves, 27 de marzo de 2008

Miradas...más elocuentes que las palabras




Miradas que miran hacia el horizonte perdidamente.
Miradas falsas, que miran sin observar.
Miradas queeeeeee seeeeee queeeeedaaannnn miraaaando hacia el mismo lugar tooooda una vida.
Miradas de ojos tristes, de ojos con resentimiento o de seño fruncido. De ojos cansados, desganados, agobiados.
Miradas que evitan mirar hacia algún lugar.
Miradas oscuras, que ocultan.
Miradas felices.
Miradas que se sienten, que transmiten, que de tan transparentes pareciera que hablan.
Miradas en ALTO, que van de frente, que saben hasta dónde quieren llegar.
Miradas intensas, que dan escalofríos o que hacen sonrojar.
Miradas que te sacan una sonrisa.
Miradas cómplices, que hacen que brillen tus ojos.
Miradas prohibidas, que ven donde no hay que ver.
Miradas que nos delatan, que nos ponen al descubierto, que causan gracia o nos ponen nerviosos.
Miradas que nos reconfortan.
Miradas que se cruzan……..que causan incertidumbre……
Miradas de ojos cerrados, que te penetran.
Todo el tiempo nos cruzamos con más y más miradas, tantas que se torna casi imposible calificarlas. Así y todo, existen aquellas que nos culminan y fácilmente son capaces de ser distinguidas en medio de la muchedumbre, tienen ese “no se qué” que te deja pensando a lo largo del día. Son difíciles de evitar. Otras ni nos damos cuenta de que están. También hay de las que no se olvidan, porque nos toman por sorpresa, que nos encandilan con su belleza. O las que preferimos olvidar, que duelen, nos hieren aún más que si nos gritan, nos putean y nos golpean al mismo tiempo.
Miradas que nos marcan, que nos hablan desde su silencio más profundo.

miércoles, 26 de marzo de 2008

24.03.2008 (una fecha difícil de olvidar)


No, no es casual. A 32 años de la última dictadura militar, del terrorismo de estado que nos dejó a la espera de 30 mil desaparecidos, nos marcó como país en nuestra historia institucional y, para muchos, en la historia personal por generaciones...Causalmente hoy siento que puedo empezar a escribir mi historia. Todavía me falta mucho, sé que a penas voy por el principio. Así y todo, hoy comienzo a entender el "por qué" de un pedazo de mi que, desde que tengo conciencia, vengo evitando por cuestiones no poco importantes, que a su vez me vuelven al presente por el que transito intentando ser.
No es fácil de entender, tampoco de explicar y mucho menos de afrontar...Pareciera como cuando recién te levantas. Abrís los ojos y la luz te encandila, los cerras, los frotas y se te planta frente tuyo una suerte de vidrio empañado que difícilmente te permite vislumbrar la realidad...y de a poquito llegas a la plena nitidez.
Yo por ahora veo bastante empañado, pero es un poco más de lo que era antes (que ni siquiera miraba).
Qué sé yo, no es fácil de asimilar. Fue un darme cuenta en un santiamén que estoy atravesada por la historicidad de una persona que pensaba que poco y nada era lo que me había influenciado en mis cortos años...Y ahora caigo con que sin su historia faltan cabos para comprender la mía.
Siempre tuve la idea fija de que después de tantos años de indiferencia, de mi negación, jamás iba a ocurrir algo que me acerque tanto a él, porque nunca cumplió con el rol que le tocó por el sólo hecho de haberme engendrado. Hasta que de un día a otro, en el inicio de mis 19, me encuentro con que mi vocación (que tan feliz me hace) me lleva al lugar que no tenía intenciones de explorar. Ya no lo puedo evitar más, ni aunque quisiese. Por que sea en el rol de periodista o de hija…tengo que escuchar, así poder unir los eslabones que no había notado que estaban perdidos…y seguir.
Tal vez no lo vea ni lo acepte en el rol que le tocó. Seguramente, esto traiga la respuesta a tantos interrogantes, no lo sé. Lo que sí sé es que lo voy a reconocer como quien luchó por un ideal, como todos aquellos que aún esperamos, como todo aquel que directa o indirectamente fue víctima de los años más oscuros de nuestro país…
Yo al descubierto y de lo más vulnerable.

martes, 11 de marzo de 2008

Presentación


Berenice, es un personaje de una de las maravillosas obras del reconocido escritor de novelas detectivescas y policiales, Edgar Alan Poe. La elegí porque a pesar de su trágico final, en un comienzo me sentí algo identificada con la descripción que su primo y amante hace sobre ella…Tengo 19 años y estudio Periodismo.
Me gusta escribir y dibujar, de eso va a constar este blog, ya que lo hice con la intención que quien quiere conocer un poquito más sobre mi puede hacerlo a través de lo que muestre acá. De todas formas, no todo lo que sea publicado será de la fecha en cuestión, así que puede que entiendan muy poco sobre qué es lo que pasa por esta cabeza…
Creo que tanto en la escritura como en los dibujos uno plasma no sólo los sentimientos que lo atraviesan en ese instante sino que también parte de la esencia, del alma…de su inconsciente, es como mostrarse al desnudo. Mostras tus deseos, tus temores, tus más oscuros pensamientos, tu lado más vulnerable y el más fuerte también… ¿Por qué no? También, hasta dónde querés llegar y hacia donde no irías jamás…
Ese inconsciente que tan pocas veces lo escuchamos, pero que cuando lo hacemos preferimos evitarlo, olvidarlo….Creo que en el momento en que uno se sienta a escribir (o a dibujar), uno no piensa, no analiza, uno sólo hace lo que florece dentro suyo, dejas que las curvas hagan lo que tengan que hacer. Terminas. Observas. No reconoces. Te preguntas. Los signos de interrogación invaden tus pensamientos, no entendes por qué es que tan hermoso dibujo puede reflejar tal tristeza. Observas nuevamente. Recordas por qué es que te habías sentado a divagar en una hoja en blanco.
Y sólo fue un instante en el que entraste en trance. Instante que bastó para que algo más de vos quede expuesto a quien mirase un poquito más allá que el árbol que tiene en frente…