lunes, 15 de junio de 2009

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....No se puede traducir en palabras porque se ve, se percibe, en el aire, en tus mejillas, en tus gestos, en tu andar. En el llegar cada día y volver a empezar. Salir a buscar y a encontrar, no a asustar. En miradas, en reacciones, en más afirmaciones que negaciones. Incertidumbres y certezas. De la inspiración que despierta captar el momento preciso en que – del árbol más exuberante— muere una hoja de otoño, como en tantos otros otoños. Lo sentís. Se ve cuando te animas a mirar hacia otro lugar y cambias el rumbo sin avisar, casi sin pestañear. Eso, unas veces, otras se puede traducir en sonrisa, risa, carcajada, en un beso con sabor a miel, en un abrazo interminable… Es como entrar en estado de nirvana o no, mejor aún, es no encontrar la excusa perfecta…así y todo, reírte a carcajadas igual, mientras caminas por la calle, en el colectivo, en el tren o en el trabajo, te reís igual, te reís igual.

...tda...

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