viernes, 31 de julio de 2009








Lo esencial, que no siempre es invisible a los ojos --mis disculpas a Antoine de Saint-Exupéry--, es que transmite ese noséqué, pero en uno de los tantos otros sentidos que tiene ese nosequé de ciclotimia-alterada. Se transforma y retransforma.




1 comentario:

Anónimo dijo...

El Principito es un boludo.