miércoles, 26 de marzo de 2008

24.03.2008 (una fecha difícil de olvidar)


No, no es casual. A 32 años de la última dictadura militar, del terrorismo de estado que nos dejó a la espera de 30 mil desaparecidos, nos marcó como país en nuestra historia institucional y, para muchos, en la historia personal por generaciones...Causalmente hoy siento que puedo empezar a escribir mi historia. Todavía me falta mucho, sé que a penas voy por el principio. Así y todo, hoy comienzo a entender el "por qué" de un pedazo de mi que, desde que tengo conciencia, vengo evitando por cuestiones no poco importantes, que a su vez me vuelven al presente por el que transito intentando ser.
No es fácil de entender, tampoco de explicar y mucho menos de afrontar...Pareciera como cuando recién te levantas. Abrís los ojos y la luz te encandila, los cerras, los frotas y se te planta frente tuyo una suerte de vidrio empañado que difícilmente te permite vislumbrar la realidad...y de a poquito llegas a la plena nitidez.
Yo por ahora veo bastante empañado, pero es un poco más de lo que era antes (que ni siquiera miraba).
Qué sé yo, no es fácil de asimilar. Fue un darme cuenta en un santiamén que estoy atravesada por la historicidad de una persona que pensaba que poco y nada era lo que me había influenciado en mis cortos años...Y ahora caigo con que sin su historia faltan cabos para comprender la mía.
Siempre tuve la idea fija de que después de tantos años de indiferencia, de mi negación, jamás iba a ocurrir algo que me acerque tanto a él, porque nunca cumplió con el rol que le tocó por el sólo hecho de haberme engendrado. Hasta que de un día a otro, en el inicio de mis 19, me encuentro con que mi vocación (que tan feliz me hace) me lleva al lugar que no tenía intenciones de explorar. Ya no lo puedo evitar más, ni aunque quisiese. Por que sea en el rol de periodista o de hija…tengo que escuchar, así poder unir los eslabones que no había notado que estaban perdidos…y seguir.
Tal vez no lo vea ni lo acepte en el rol que le tocó. Seguramente, esto traiga la respuesta a tantos interrogantes, no lo sé. Lo que sí sé es que lo voy a reconocer como quien luchó por un ideal, como todos aquellos que aún esperamos, como todo aquel que directa o indirectamente fue víctima de los años más oscuros de nuestro país…
Yo al descubierto y de lo más vulnerable.

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