Te quiero, pensé,
te quiero,
me hacés bien...
Yo te dije...
Y no respondiste,
entonces
esperé una señal de tu cuerpo...
Me hacés bien,
pero me duele
sentirte/verte/percibirte
inmutable.
Yo te dije...
Eso me da miedo,
pensé,
perdón, terror,
corregí.
Y seguiste con cara de nada
cual imitación
de estatua.
Es que el tarrito de las
monedas no hizo ruido
cuando las tiré
para que me dieras tu mano.
Te quiero, te dije.
Y no te moviste.
Me acerqué
y no me percibiste.
Te acaricié
y no me sentiste.
Te quiero, repetí --inútil-mente--,
no me escuchaste.
Sólo me viste ir...
y me fui.
Y no volví.
te quiero,
me hacés bien...
Yo te dije...
Y no respondiste,
entonces
esperé una señal de tu cuerpo...
Me hacés bien,
pero me duele
sentirte/verte/percibirte
inmutable.
Yo te dije...
Eso me da miedo,
pensé,
perdón, terror,
corregí.
Y seguiste con cara de nada
cual imitación
de estatua.
Es que el tarrito de las
monedas no hizo ruido
cuando las tiré
para que me dieras tu mano.
Te quiero, te dije.
Y no te moviste.
Me acerqué
y no me percibiste.
Te acaricié
y no me sentiste.
Te quiero, repetí --inútil-mente--,
no me escuchaste.
Sólo me viste ir...
y me fui.
Y no volví.
En medio de todo este palabrerio, espero hayas adverito el te quiero...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario